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5 razones por las que los ingenieros son buenos Marketeros

by | Acerca, En lo académico, Marketing, Negocios

En este post compartiré con ustedes las 5 razones por las cuales pienso que los ingenieros somos buenos en marketing. Ya sea como marketeros o analistas. Esto es aplicable para organizaciones de cualquier tamaño pero sobre todo es crítico para pequeñas empresas y startups. Empecé mis estudios en Ingeniería de Materiales y a mediados de la carrera decidí cambiarme a Ingeniería de Producción. Esta ingeniería se enfoca en el análisis de los procesos y reducción de desperdicios en todos las etapas del proceso productivo de productos o servicios. Luego hice un MSc en Marketing y posteriormente hice dos postgrados en Marketing Digital e Inbound Marketing y un postgrado en Transmedia Storytelling y Branded Content. Este background académico sumado a varios años de experiencia en diversos ámbitos del marketing que van desde el marketing político hasta el más corporativo, me han permitido identificar el porqué tener un ingeniero en el departamento de marketing o inclusive en la dirección de marketing de cualquier empresa puede tener tanto sentido:

1. Estamos obsesionados con los números.

 

 

 

 

Por esa razón siempre queremos poner un coste, precio o número a todo. Esto resulta muy conveniente cuando una organización necesita priorizar sus necesidades y el uso de sus recursos, sin embargo, donde realmente es vital es en el cálculo y medición de los KPIs (Key Performance Indicators) o Indicadores de Gestión que sean relevantes para el negocio. He presenciado por mi propia cuenta como una aproximación enfocada en los “números” ayuda a equipos pequeños a alcanzar sus metas de manera exitosa y también he podido experimentar como estas habilidades permiten a quien las tiene a organizar y asignar prioridades en equipos grandes que usualmente tienen que lidiar con muchos objetivos y trabajo que realizar.

[bctt tweet="Los ingenieros estamos obsesionados con los números"]

2. Solemos ser organizados.

 

 

 

No debemos confundirlo con ser ordenados. El hecho es que al presentarle un proyecto desafiante a un ingeniero solemos tener una necesidad imperiosa por diseñar un plan (inclusive si solo esta en nuestra mente). Supongo que todos esos años estudiando cálculo y física para poder resolver múltiples problemas en nuestros exámenes nos prepararon para identificar las variables clave que podrían tener un impacto en el resultado de cualquier circunstancia. Esta mentalidad tan estructurada ayuda a un ingeniero a diseñar un plan de acción que tome en consideración todas las variables, assets y stakeholders para alcanzar una meta común. Es como tener a un gerente de proyecto que puede entender los procesos productivos y que tiene las habilidades de detectar los fallos a lo largo del camino.

3. Queremos arreglarlo todo.

 

 

 

 

Los ingenieros solemos tener un deseo imparable por arreglarlo todo, inclusive cuando no es necesario. Me imagino que la famosa frase “Si no esta roto no lo arregles” (“If ain’t broke don’t fix it”) tenía mucho sentido en aquel momento en la línea de ensamblaje de Ford Motors.

Pero imagina esto: tienes un ingeniero en cualquier puesto del departamento de marketing de tu organización y de pronto él o ella encuentra que algo no está bien en la próxima campaña, activación o publicidad. Puedes estar seguro/a de que él o ella intentará todo lo posible por solucionarlo, inclusive si esto implica tener que preguntar a otros con el conocimiento necesario para solucionarlo.

4. Somos “solucionadores” de problemas.

 

 

 

 

Los ingenieros no nos asustamos cuando nos presentan problemas difíciles o desconocidos. No solemos entrar en pánico con facilidad, solo tomamos un respiro profundo antes de manejar un nuevo reto. Seguramente no recordamos a los ingenieros de la NASA entrando en pánico cuando se les presentó el reto de ir y volver de la Luna o cuando tenían que traer de vuelta a casa a la tripulación del Apolo 13 sanos y salvos. Si hay algún problema, sabemos que es nuestra responsabilidad encontrar una solución pero aún más importante, sabemos que debemos mantener la calma y transmitir esa sensación al resto del equipo.

5. Los ingenieros son menos apasionados, algunas veces.

 

 

 

Hay quienes critican que algunos de nosotros pareciéramos configurados como un computador, con apenas un manojo de funcionalidades configuradas en nuestro sistema, haciéndonos un poco extraños a la vida social. Este estereotipo se validó mucho más con The Big Bang Theory. Pero dejando las bromas atrás, ciertamente pareciera que tenemos una habilidad para aislar nuestra vena pasional cuando tenemos que centrar nuestro foco en un objetivo. Así, un ingeniero se convierte en un miembro del equipo que puede trabajar en pro de un objetivo fácilmente. Inclusive si tiene algún tipo de problemas o diferencias con otro miembro del equipo, hay altas probabilidades que estas no interfieran con el desenvolvimiento natural del trabajo de dicho equipo.

¿Has trabajado alguna vez con un ingeniero en el área de marketing? ¿Qué opinas sobre este post? Deja un comentario o comparte este post en tus redes sociales para poder seguir la conversación.